En este punto nos tiene el (esperado) final del Proyecto Máscaras: organizando miradas, entendiendo lo que descubrimos, poniendo orden en lo que “aprendimos haciendo”…
Sabíamos que era un proceso abierto, pero no hasta que punto. Las claves iniciales, se nos quedaron cortas… y nos dimos cuenta e que tocaba abordar la siguiente parte del proceso, la de poner encima de la mesa las preguntas y las propuestas.
Lo sabíamos, pero se hizo más evidente cuando nos entrevistaron para Empresa y Finanzas, así que tras disfrutar de todo el proceso artístico, ahora estamos en pleno entusiasmo sorprendiéndonos y aprendiendo de la transformación propia que queremos, y debemos, compartir.
La diversidad no es una palabra, es un proceso de descubrimiento de la(s) realidad(es) que se nos escapan en la rigidez de “lo normal”.
Publicación original: enPalabras
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