¿Sexualizar?
Las definiciones ambiguas dan para mucho, que se lo digan quienes gustan de acogerse a la de «derecha conservadora»: las chicas de cristal, por ejemplo, no molestan pero los calzoncillos navideños del anuncio de Kmart sí. ¡Qué cosas…!
En ese anuncio seis caballeros, campanilla en mano, empiezan tocando unos acordes que devienen en melodía navideña cuando mesa y campanas desaparecen. Ahí se inicia la coreografía que sugiere que están tocando la canción… con los testículos.
La (supuesta) polémica creada entre la «derecha conservadora» podría considerarse como la excepción que confirma la regla: si pensábamos que todo se puede hacer «por cojones» ya vemos que no, la música está prohibida. O al menos la de navidad, ya que sobre los escenarios se ve de todo.
Complicado entender los criterios de esta «derecha conservadora». No sé muy bien que hay que por «intimidad» ni lo que se pretende conservar. Propongo al menos un simple movimiento de letras para empezar a entender-nos.
Entre las críticas recibidas al anuncio parece ser que está la de que «sexualiza» las fiestas navideñas, y es que no es lo mismo que si hablamos de paz y conservación del planeta, como se puede leer en el cuerpo de la guapa de la foto, que no es otra que Elsa Pataki en su posado como «chica de cristal». Por cierto la portada de este año ha sido para Eva Longoria, actriz, modelo y empresaria que, además, desarrolla una intensa actividad en política social. Pero para su campaña Elle la describe así:
La gran diosa latina de Hollywood es la protagonista de la portada de nuestro número del lujo a la venta el día 21 de noviembre. 7.500 piezas de Swarovski cubrieron el cuerpo de Eva Longoria para que la actriz protagonizara el rol más brillante de su carrera: convertirse en mujer de cristal.
Sobre el anuncio de Kmart no tengo opinión, no hubiera llegado a él de no ser por la supuesta polémica y la verdad es que me he fijado más en los modelos (de muy buen ver) que en los calzoncillos, que presentan como una línea «colorista e informal». Igual son los que se ponen los amos del mundo (que suelen ser hombres) cuando se divierten jugando al monopoly con el planeta. Porque eso de joder a los demas también debe ser un asunto sexualizado.
En todo caso, esto de las campanillas parece que ha conseguido dar su particular campanazo. Y es de suponer que de eso se trataba.
Publicación original: enPalabras
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